Tipos de corrientes: continua


La corriente continua se utiliza como ionoforesis, en caso de patologías reumáticas, y como galvanización, en caso de patologías reumáticas y de hipotrofia muscular.



Ionoforesis

Se utiliza para hacer circular, en el interior de los tejidos, sustancias medicamentosas de forma ionizada, superando la barrera cutánea con la aplicación de una corriente continua. Los fármacos usados, de los cuales depende el efecto del tratamiento, pueden ionizarse en una solución acuosa, y, ya que los solubles pueden aplicarse directamente sobre la esponja, los liofilizados tienen que diluirse en agua destilada, antes de ser aplicados. Es indispensable conocer antes cuál es la justa concentración y la polaridad del medicamento, para colocarlo sobre la esponja del electrodo con la misma carga, en caso de que no se trate de una sustancia anfótera. Además, una concentración demasiado elevada puede producir irritaciones cutáneas, mientras una demasiado baja podría representar una preponderancia de iones parásitos, depositados sobre la piel o sobre las esponjas que no están muy limpias.


Galvanización

La galvanización utiliza, a fines terapéuticos, los efectos tróficos y analgésicos de la corriente continua sobre los tejidos biológicos. A nivel del electrodo negativo se producen los efectos tróficos, unidos al aumento del flujo hemático, a la remoción de los catabolismos, a la aportación a los tejidos de una mayor cantidad de oxígeno, de cantidades nutritivas y de glóbulos blancos. A nivel del polo positivo, se producen los efectos analgésicos, debidos tanto a la hiperpolarización de las membranas celulares, que obstaculizan la conducción de los mensajes de dolor, como a la dilatación de los vasos, que permite la eliminación de las sustancias que provocan el dolor.



Técnicas de aplicación de los electrodos


Ionoforesis

Tras haber introducido correctamente los electrodos conductivos dentro de las esponjas mojadas en una solución medicamentosa, éstos pueden aplicarse siguiendo las siguientes técnicas:

  • la técnica transversal, que prevé la contraposición de los mismos a nivel de una articulación. 
  • la técnica longitudinal, con los electrodos en posición proximal y distal de una extremidad.



Galvanización

Los electrodos pueden aplicarse siguiendo los métodos que se indican a continuación:
  • el método longitudinal, con un electrodo en la extremidad de un miembro y el otro aplicado en el raquis cervical o lumbar, para permitir el paso del flujo eléctrico entre los dos a través de los tejidos. Si el electrodo positivo se coloca sobre el raquis y el negativo en la extremidad distal del miembro (galvanización longitudinal descendente), se obtiene un efecto trófico, mientras, si se aplica el electrodo positivo en la extremidad distal del miembro y el negativo en el raquis, se obtiene un efecto analgésico (galvanización longitudinal ascendente)
  • el método transversal, con los electrodos colocados en las superficies opuestas de una articulación, siempre para obtener un efecto analgésico.



Aplicaciones clínicas

Ionoforesis

El efecto del tratamiento ionoforético está estrechamente relacionado con el tipo de fármaco aplicado, la cantidad efectiva que atraviesa la piel, la intensidad de la corriente, la duración de la aplicación además que de la concentración de la solución y de la dimensión de la superficie del electrodo. Las aplicaciones, utilizadas en varios campos de la medicina, resultan indicadas en el tratamiento de patologías que interesan estructuras no profundas y sin demasiado revestimiento de tejido muscular y adiposo, como codo, mano, pulso, rodilla, hombro, zona cervical y tibio-társica obteniendo, según el fármaco, un efecto analgésico, antinflamatorio, antiedemigénico o miorelajante. 


Galvanización

A pesar de que su uso se haya reducido en los últimos años debido a la introducción de otros medios terapéuticos, la galvanización encuentra aplicación, por su efecto analgésico, en el tratamiento de neuralgias, artralgias difusas, braquialgias o lumbocialgias. Mientras que, por su efecto trófico, se aplica en los casos de hipotrofia muscular y post-traumatismos.