El término ultrasonido se refiere a las ondas o vibraciones sonoras que tienen una frecuencia que está por encima de la capacidad auditiva del oído humano, entre los 16.000 y los 20.000Hz. Esta energía se propaga en forma de ondas de compresión longitudinal y necesita de un medio elástico para ser transmitido.
Se entiende por tratamiento ultrasónico el empleo de vibraciones sonoras en el espectro no audible, con fines terapéuticos. El equipo utilizado para la aplicación terapéutica de energía ultrasónica consiste en un generador de corriente de alta frecuencia y un aplicador, comúnmente conocido como cabezal. El generador produce oscilaciones de la frecuencia necesaria, lo que ocasiona que el transductor con que está equipado el aplicador vibre y genere ondas sonoras. Esta energía sonora es transmitida a los tejidos mediante el contacto con la superficie del aplicador.
ERA
Es el Área de Irradiación Efectiva, el tamaño del cabezal no determina el ERA, si no que determina el tamaño del cuarzo o material piezo-eléctrico dentro del cabezal.
La profundidad de penetración de la onda de ultrasonido depende de manera inversamente proporcional de la frecuencia de la energía ultrasónica. Por ello se dice que la penetración de una frecuencia de 1MHz es mayor que la de 3MHz.
La frecuencia de 1MHz se utiliza para estructuras en planos más profundos, aunque depende de la zona, depende también del grosor de los tejidos de interfase ya que en cada cambio de tejido se produce un rebote de la energía y se pierde. Si es una zona con poco grosor de piel se podría llegar al músculo incluso con una frecuencia de 3MHz que está más indicada a tratamientos superficiales o estéticos.
MODOS DE EMISIÓN
Modo continuo. Se utiliza como termoterapia profunda y selectiva en estructuras tendinosas y periarticulares. Se controla su dosificación mediante la aparición del dolor perióstico si hay sobrecarga térmica local, este dolor se da al concentrarse la energía ultrasónica al dejar de mover el cabezal (lo cual no es recomendable, ni tolerable, ni terapéutico). Puede aplicarse en presencia de osteosíntesis metálicas. Está contraindicado en procesos inflamatorios agudos, traumatismos recientes, zonas isquémicas o con alteraciones de la sensibilidad.
Modo pulsado. La emisión pulsante es la utilizada actualmente por sus efectos positivos sobre la inflamación, el dolor y el edema. Está indicado en procesos agudos e inflamatorios ya que, con parámetros adecuados, carece de efectos térmicos. Al no producir dolor perióstico, se carece del aviso de sobredosis y hay que ser prudentes en intensidades medias y altas.
Efecto mecánico. Micromasaje celular o cavitación: Trata de una rápida formación y colapso de burbujas de vacío en un medio acuoso que pueden aumentar de tamaño hasta llegar a un límite para luego implosionar, provocando la destrucción de estructuras subcelulares. Se produce con dosis de más de 1W/cm2. Se da por aplicaciones estáticas o por fallos de calibración.
Pseudocavitación. Trata de la producción de pequeñas burbujas al ser atravesado por un líquido orgánico del gas disuelto en el líquido.
Efectos biológicos:
- Se deben al coeficiente de absorción
- Favorece a la relajación muscular
- Aumenta la permeabilidad de la membrana
- Aumenta la capacidad regenerativa de los tejidos
- Efecto sobre los nervios periféricos
- Reducción del dolor
- Disminución o aumento de los reflejos medulares según la dosis aplicada
- Aceleración del proceso de regeneracion axónica a dosis de 0.5W/cm2 y aumento de la actividad enzimática en el cabo distal de un axón en regeneración
- A dosis de 2W/cm2 se retrasa el proceso de regeneración
MÉTODOS Y TÉCNICAS DE APLICACIÓN
Dado que la radiación ultrasónica no puede transmitirse por el aire, debe haber contacto directo entre el aplicador y el tejido. Esto se logra aplicando un medio de unión entre el aplicador y la piel, como agua o un gel de ultrasonidos. No se debe usar vaselina ni ningún aceite, ni sustancias cremosas, ni con burbujas, pues producen el rebote de la ondas que no realizan ningún efecto en el organismo. El agua y los geles especiales para tal fin son los mejores acoplamientos o medios para transmitir el sonido.
Si se utiliza el gel, se unta en la región a tratar y se mueve la superficie del aplicador sobre la piel, aplicando presión ligera (ultrasonido directo).
El agua es un medio de unión útil para tratar extremidades; se sumerge la extremidad y la superficie del aplicador. Cuando se utiliza la técnica de inmersión, el aplicador se mantiene separado 1-2 cm de la piel y se mueve lentamente de manera circular (ultrasonido indirecto).
*No todos los cabezales están adaptados para sumergirse
DOSIS
La dosis del ultrasonidos depende de la intensidad. Se obtienen buenos resultados con dosis terapéuticas de 0.5 - 2.0W/cm2. Cuando se da tratamiento bajo el agua y en aplicación directa se requiere que el ultrasonido sea de mayor intensidad. La duración del tratamiento debe aumentar de forma progresiva, iniciando con 5 minutos y aumentando de 8-10 min como máximo en cada región tratadas. En áreas muy extensas podría llegar a 15 minutos. En aplicación semiestacionaria sería entre 1-3 minutos, en los casos agudos la aplicación será mas breve que en las crónicas. El número de sesiones es de 5-6 en procesos agudos y 10-12 en los crónicos.