Efectos terapéuticos de la magnetoterapia

En publicaciones anteriores en nuestro blog, hemos hablado de qué es la magnetoterapia y también sobre los principios de su funcionamiento. Hoy explicaremos brevemente los distintos efectos terapéuticos  que tiene este tipo de terapia.




Efecto antiinflamatorio y antiedema

La terapia electromagnética tiene una acción antiinflamatoria a través del proceso de repolarización de las membranas celulares, ya que los campos electromagnéticos, generados por los dispositivos para la terapia electromagnética, modifican la distribución iónica alterada de las membranas celulares, restableciendo así la distribución iónica normal.



Efecto de bioestimulación, la reparación de tejidos

La terapia electromagnética modifica la génesis del colágeno y, por esto, tiene un efecto de bioestimulación (aumento de la actividad metabólica celular). Como consecuencia, se aceleran todos los procesos de compactación de las fracturas óseas, la recuperación funcional de los nervios lesionados, la actividad antiinflamatoria y la curación de úlceras cutáneas y úlceras de decúbito.



Efectos en la sangre

Con la terapia electromagnética se obtiene una acción favorable sobre el flujo hemático periférico y un aumento de la presión de oxígeno (hipervascularización), que explica también la aceleración de los procesos de curación de las lesiones de los tejidos blandos, de las lesiones tróficas de origen circulatorio periférico y el efecto benéfico sobre las estructuras biológicas condicionadas por la difusión del O2, como, por ejemplo, los cartílagos.

La acción de los campos electromagnéticos sobre la sangre se utiliza en campo terapéutico principalmente en la curación de las afecciones de los vasos sanguíneos, sea venosos que arteriosos.

En la flebología, sector de la medicina que estudia las enfermedades de los vasos venosos, la terapia electromagnética se aplica en la curación de afecciones de carácter inflamatorio, causadas típicamente por la debilidad congénita de los tejidos, por el sobrepeso, por el embarazo o por lesiones, consecuentes al abuso de medicamentos, de nicotina o por una alimentación carente desde el punto de vista vitamínico.

La terapia electromagnética se utiliza también para combatir los estrechamientos de los vasos causados por la arteriosclerosis, que provocan una irrigación sanguínea insuficiente, causando dolor y falta de suministro de oxígeno hacia la circulación periférica de piernas y brazos. En algunos casos, el paciente está obligado a dormir en posición sentada por la intolerancia al dolor y, en los casos graves, pueden aparecer úlceras epidérmicas con infección de piel y músculos, y hasta formas de atrofia, sobretodo de los miembros inferiores.

Los campos electromagnéticos se consideran como una notable ayuda, gracias al incremento circulatorio, incluso en los casos de Síndromes de Raynaud, arteriopatías periféricas funcionales, caracterizadas por la espasticidad de las arteriolas, en especial de los dedos, la nariz y la lengua, cuya manifestación visual es la palidez, y a veces la cianosis intermitente del tejido cutáneo. En los casos avanzados, la piel de los dedos se vuelve lisa, lustrosa y estirada, debido a la pérdida de tejido subcutáneo; en la punta pueden aparecer pequeñas úlceras dolorosas y lo sufren, por lo general, las jóvenes a causa de enfermedades del tejido conectivo, lesiones neurógenas, intoxicación de fármacos y, a veces, traumas.



Efectos sobre el sistema nervioso central y periférico

La terapia electromagnética reduce la actividad del sistema simpático (probable hiperpolarización de las membranas pre y postsinápticas) y altera la actividad de las células cerebrales.



Efectos sobre el tejido óseo

Se sabe que la vida moderna ha incrementado las lesiones traumáticas y las interrupciones de continuidad de los huesos, imputables a esfuerzos traumáticos, quistes, tumores y al fenómeno de la osteoporosis. Su sintomatología comprende señales clásicas como dolor difundido, movilidad reducida, tumefacción, postura obligada con impotencia funcional irreducible y, a través de los exámenes radiográficos, se confirma el diagnóstico y se aconseja la indicación terapéutica. Incluso en estos casos puede ser útil la aplicación de la terapia electromagnética, que favorece la osteogénesis (mecanismo de regeneración ósea) en los casos en que no se produzca de manera natural a causa de pseudoartrosis o retardos de compactación.